Temblores en la faz de mi piel
endurecen las montañas de mi cuerpo.
El volcán oculto ... erupciona.
Una grieta de mi se reseca,
mientras que otra paradójicamente
ya se moja.
Los ríos de mis arterias ya incendiadas
necesitan un bombero sin medalla,
que con su gruesa manguera él sofoque
el calor que siento aquí en mi playa.
BERTHA.
martes, 12 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hummmmmmmmm
ResponderEliminartienes deseo, encanto, calor, placer
siento que todo es intenso
es un inmenso mar donde las olas se enamoram
y hacen el amor
abrazadas en la arena
un abrazo
Pedro