Sentada en la arena contemplo el mar,
y mirando fijamente aquella línea que parece unirlo al cielo,
sonrío y pienso:que igual quisiera fundir tu cuerpo y el mío.
Libero mis pies del calzado y mi cuerpo de la tela que lo ciñe,
pensando que así quisiera sentir la libertad para amarte.
Acepto el llamado de ese hermoso y transparente espejo azul.
Me mojo en él,se desliza deliciosamente en mí.Siento la sensación
de no querer salir de allí.
Justamente así son tus recuerdos:me endulzan el alma...me acarician el cuerpo;
y aunque estás distante...no te siento ausente!
BERTHA
viernes, 15 de enero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Del otro lado del mundo
ResponderEliminares el mismo mar que siento a frente de mí
ese manto inemnso de azul, dada mano, con el cielo
ahi estoy yo
sientindo que estas
que eres toda esaa magia dorada del sol
caliente, de rojo y oro
eres tú
y yo aqui, que querendo, te sientindo
sientiendo todo ese tuyo calor que entra en mi
en cada ola del mar
en la playa
te siento, caliente, toda entregue a el amor
asi, como bien dices en tus suenos poeticos
nunca podras estar susente, ya que esa distancia
no parece existir, ya que el amor, que el deseo, que el querer
no consoce ese alejar frio y vacio
que no podemos aceptar
Pedro