Dos de la mañana y el café negro sigue su efecto:
la celulitis aumenta y la gastritis revienta;
pero mis mejores momentos son estos.
Y aunque pierdo neuronas,bloqueando mis sueño
bailan en mi mente ,los sinceros versos.
La tinta transcribe mis pensamientos,
su lectura relaja a mi alma inquieta;
la noche discreta y un poco alcahueta,
incita a dibujarme en unas letras.
Bertha
sábado, 9 de enero de 2010
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